Qué es la toxoplasmosis en los gatos

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Es una enfermedad que produce un parásito intracelular conocido como Toxoplasma Gondii, que forma parte de la familia de los coccidios. Se caracteriza por formar quistes y el gato es el huésped definitivo de esta condición, que puede ser transmitida al ser humano, a lo que se conoce como zoonosis.

Como Toxoplasmosis se conoce a una infección provocada por un parásito cuyo nombre es Toxoplasma Gondii, que usa como huéspedes a varios animales como el gato. Los seres humanos pueden infectarse al ingerir los huevos microscópicos de este parásito o si comen carnes mal cocidas de cerdo, vaca, oveja o venado.

Este parásito alcanza su desarrollo completo en el cuerpo de sus huéspedes. En el caso de que el huésped sea un gato, se aloja en sus intestinos y los huevos salen por medio de las heces de estas mascotas.

¿Cómo puedo saber si mi gato tiene toxoplasmosis?

Para la mayoría de los propietarios y cuidadores de gatos, el tema de la toxoplasmosis es motivo de preocupación, pues es un parásito que produce una de las enfermedades infecciosas más silenciosas que existen en los seres humanos.

Sin embargo, detectar esta condición en un felino es algo que puede resultar complejo, pues es muy leve y asintomática, a excepción que la mascota tenga un sistema inmunitario débil.

Sin embargo, en el caso de la transmisión a los seres humanos puede resultar peligroso, en especial para las mujeres embarazadas, pues suele afectar al feto y la salud de la mujer, aun cuando la mayoría de las veces el contagio no se produce precisamente por los gatos.

Como la toxoplasmosis no produce síntomas, si tienes sospechas de que tu felino tiene este parásito lo mejor es que lo lleves a tu veterinario de confianza para que le practique un examen de sangre.

En este caso, no es aconsejable realizar un análisis de heces, teniendo en cuenta del tiempo de incubación y desarrollo de esta enfermedad solo durante dos semanas se expulsan los huevos por medio de las heces, haciendo que esta prueba no sea tan determinante como se requiere.

No existe una forma sencilla de detectar esta condición a simple vista. Además, si tu gato ha contado con los cuidados necesarios para evitar que contraiga este parásito es probable que no lo tenga.

Ahora bien, en caso de que el sistema inmunológico del gato esté muy bajo o débil, puede presentar síntomas como vómito o diarrea leve. Cuando el parásito sale del intestino del gato y se distribuye en su cuerpo, suele provocar fiebre, disnea, apatía, convulsiones, anorexia, distrés respiratorio, ataxia, pancreatitis, ictericia, encefalitis, uveítis, dolor muscular, cojera, entre otros síntomas graves.

Ante cualquiera de estos síntomas, lo más adecuado es acudir rápidamente al veterinario para que realice un examen físico completo y los análisis que sean necesarios para saber si se trata de una infección por Toxoplasmosis o cualquier otra condición.

¿Qué causa la toxoplasmosis en los gatos?

La toxoplasmosis en los gatos es causada por la infestación con el parásito Toxoplasma Gondii, por medio de la ingesta de organismos enquistados que se encuentran en los tejidos de un huésped intermedio que esté infectado de manera crónica.

Esto quiere decir que los gatos que cazan y comen roedores o aves, así como los que consumen carne cruda de vaca, de cerdo u ovejo, pueden infectarse de este parásito fácilmente, haciendo más vulnerables a los felinos que viven en el exterior.

¿Cómo se transmite la toxoplasmosis en los gatos?

El proceso de transmisión de la toxoplasmosis en los gatos se produce cuando éstos cazan y comen aves, ratas, ratones, entre otros roedores, así como cuando consumen agua contaminada, carne cruda o semi cruda de vaca, cerdo u ovejo.

Y es que estos animales son huéspedes intermediarios para la transmisión del parásito, que una vez ingerido por el gato, comienza a liberar organismos infecciosos en el intestino del felino, que penetran la pared intestinal, donde se replican en las células epiteliales.

Una vez allí, comienza una fase de reproducción sexual y la formación de los huevos, que se conocen como ooquistes, los cuales excreta el gato en sus heces, algo que se detiene cuando el sistema inmunológico del gato actúa contra el parásito.

Aquellos gatos que no se han expuesto antes al Toxoplasma Gondii, comienzan a excretar los ooquistes en un período de tres a diez días posteriores a la ingestión de la carne contaminada, proceso que permanece durante diez o catorce días, en los que se producen millones de huevos.

Si el sistema inmunológico del gato actúa, es casi improbable que los ooquistes salgan en las heces.

Los hospedadores intermediarios que infestan al gato se infectan con el parásito cuando ingieren los ooquistes o huevos de éste.  

¿Cómo se cura la toxoplasmosis en los gatos?

Después de llevar el gato al veterinario, practicarle un análisis de sangre y ser diagnosticado con Toxoplasmosis, el especialista indicará un tratamiento con el que se puede controlar la acción de este parásito, mas no es posible su eliminación total.

Por lo general, la medicina que se administra al felino en estos casos es la clindamicina tópica, algo que suele hacer que el parásito no pueda actuar contra la salud del gato ni de sus propietarios, pues dejan de producir huevos y reproducirse en el intestino del animal.

Sin embargo, si el gato tiene como síntoma la ceguera, esta condición no suele mejorar con la aplicación del tratamiento, que se administra en una dosis de 10 a 12 mg por cada kilo, cada 12 horas y por vía oral, en 30 días como plazo máximo.

También se aplican corticoides en forma de gotas para las lesiones de índole ocular como la luxación del cristalino o el glaucoma. Uno de estos medicamentos es el acetato de prednisolona, que se debe administrar cada 6 o 8 horas, dependiendo de las indicaciones que haga el veterinario.

Medidas de prevención y vacunación en gatos

Para evitar que los gatos se infecten con Toxoplasmosis es muy importante cumplir con una serie de medidas de prevención desde que son cachorros, por lo que es indispensable mantenerlos en control veterinario frecuente, así como seguir algunas de estas recomendaciones:

Alimenta a tu felino solo con productos elaborados especialmente para garantizar su bienestar, como el alimento concentrado, por ejemplo. Evita darles carne cruda o medio cruda, pues en ella pueden venir los huevos del parásito si el animal de donde proviene estaba infectado con Toxoplasmosis.

Evita que tu mascota cace aves, insectos, ratones o cualquier otro tipo de roedor, así como que tome agua de lugares que pueden estar contaminados con los huevos de este parásito.

Es importante que apliques a tu felino la vacuna que contiene la cepa de toxoplasma virulenta, la cual se encuentra en una se experimental, por lo que no se comercializa hoy en día. En este caso, lo más adecuado es consultar con el médico veterinario tratante para saber si está o no de acuerdo con esta acción.

Debes extremar las medidas de higiene y saneamiento que aplicas en tu hogar, así como limpiar a diario el arenero de tu gato.

Los gatos silvestres son los que tienen un factor de riesgo más elevado para contraer o infectarse con el Toxoplasma Gondii, debido a que tienen fácil acceso a otros tipos de animales que puedan cazar por instinto natural. En estos casos lo mejor es mantener una rutina de visita al veterinario frecuente, para certificar que tu gato está en buen estado.

¿Puede afectar la toxoplasmosis a las mujeres embarazadas?

Sí, pues cuando la mujer consume los ooquistes del parásito Toxoplasma Gondii mientras está en gestación, la infección se puede transmitir al bebé mientras está dentro del útero, en vista de que los taquizoitos, que se presentan durante el período de infección aguda, tienen la capacidad de atravesar la placenta.

Hoy en día, existen casos en los que algunas mujeres embarazadas y con una condición inmunodeprimida se contagiaron con este parásito, lo que provoca problemas cerebrales al bebé. Sin embargo, la probabilidad de que este contagio sea por el contacto con su gato es muy baja, en especial si éste no tiene acceso al exterior.

Otra razón por la que esta probabilidad resulta bastante baja es el hecho de que a veces los gatos son seropositivos, por lo que no presentan ooquistes en sus heces, haciendo que el riesgo de contagio sea muy bajo.

En el caso en que el gano sea seronegativo, lo que la mujer gestante debe hacer es reforzar las medidas de higiene en la casa, con el fin de evitar la transmisión de la enfermedad. Por ejemplo, puede usar guantes al momento de limpiar el arenero del felino o manipular los excrementos de éste.

Siempre que sea posible, la mujer embarazada debe delegar esta tarea de limpieza a otra persona, pues es el mecanismo más efectivo para garantizar que el riesgo de contagio de Toxoplasmosis sea muy bajo.

Además de esto, es importante que la gestante evite comer carne mal cocida o cruda porque puede contener ooquistes, así como beber agua tratada, pues la natural también podría contener estos elementos.

También es importante que lave muy bien sus manos, así como las frutas, verduras y demás alimentos crudos, a la hora de preparar los alimentos.

Estas medidas resultan muy efectivas para evitar que una mujer embarazada se infecte con el Toxoplasma Gondii, pues la probabilidad de que esto ocurra por el contacto con su gato es muy baja, pero siempre es necesario extremar los cuidados, en función de asegurar su bienestar y el de su bebé.

Francisco Javier García García
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