Cuando un gato llega a casa, muchas personas compran lo primero un collar con cascabel, cometiendo un grave error. Aquí te explicamos por qué no debes ponerle un cascabel a tu gato.
Ver a los gatos con collar y cascabel es algo común y raramente cuestionamos si esto es beneficioso o perjudicial para ellos, ya que está arraigado en nuestra mente colectiva. No obstante, que siempre se haya hecho no significa que sea bueno para ellos.
Quizás también tengas la imagen del gato bebiendo leche, un alimento que se debe evitar a toda costa, o consideres normalizada la imagen de un gato vomitando, lo cual es un síntoma de que algo le sucede. Por lo tanto, nunca confíes en lo que se ha normalizado en cuanto a los gatos.
Índice
¿Qué función tienen los cascabeles para gatos?
Puedo imaginar que te preguntas por qué se ha usado históricamente, y en realidad, hay cuatro motivos principales:
- Estética: Para algunas personas, el hecho de que el gato lleve un collar con cascabel puede resultar muy atractivo. Sin embargo, lo que para ti es estético, para ellos es una verdadera tortura.
- Localizadora: El sonido del cascabel permite ubicar fácilmente al gato. No obstante, las consecuencias de llevar el cascabel son mucho más severas que la simple incomodidad de no saber siempre dónde se encuentra tu mascota.
- Identificativa: El cascabel suele estar unido a un collar que puede servir para identificar al gato. Sin embargo, con los avances tecnológicos actuales, hay métodos mucho más efectivos como el microchip. Además, los collares pueden ser peligrosos, ya que el gato podría quedar atrapado y correr el riesgo de asfixiarse.
- Aviso: Los cascabeles pueden alertar a las presas que el gato intenta cazar. Aunque esto salva a las presas, puede ser altamente frustrante para el gato, que es un cazador por naturaleza. No poder capturar su presa puede llevar a problemas de conducta. Además, un gato perdido con collar y cascabel tendrá dificultades para cazar y sobrevivir.
Recuerda siempre considerar el bienestar de tu gato por encima de elementos estéticos o convenientes.
¿Por qué no es bueno ponerle un cascabel a tu gato?
El oído del gato es extremadamente sensible, mucho más que el del perro o el ser humano. Abarca un rango de audición que va desde 50.000 hasta 85.000 hercios, superando ampliamente al oído del perro (40.000 hercios) y del humano (20.000 hercios).
Son especialmente sensibles a sonidos de alta frecuencia y tienen la habilidad de mover y orientar cada oreja de forma independiente hacia la fuente sonora. Pueden detectar y localizar a una presa mediante sonidos imperceptibles para nosotros. ¡Esto los coloca entre los mamíferos con mayor rango de audición!
Imagina lo que representa para ellos estar siempre escuchando los sonidos que generan con cada movimiento, sonidos provenientes de una fuente tan cercana a sus pabellones auditivos. Para un ser humano, esto sería equivalente a oír música con auriculares a un volumen medio-alto cada vez que se realiza un movimiento.
Espero que esta explicación te haya ayudado a entender mejor cómo funciona el increíble sentido del oído en los gatos y lo que implica para su día a día.
¿De qué manera les perjudica el cascabel?
Más allá de lo que ya hemos mencionado, te presentamos otras razones por las cuales es mejor evitar ponerle un cascabel a tu gato:
- Reducción de la actividad: El gato tiende a moverse menos para evitar el molesto sonido del cascabel, aprendiendo que solo cuando está en calma puede librarse de esta tortura.
- Incomodidad: Dejando de lado los problemas auditivos, los collares resultan incómodos para los gatos.
- Estrés: El cascabel es una causa común de estrés crónico en los gatos.
- Problemas de conducta: El estrés prolongado puede traducirse en una variedad de problemas de comportamiento.
- Peligroso: El collar con cascabel puede ser sumamente peligroso; al intentar quitárselo, el gato puede enganchar su mandíbula, quedando atrapado y, como consecuencia, incapaz de cerrar la boca. También puede sufrir lesiones al engancharse las uñas o incluso ahogarse.
- Disminución de la calidad de vida: Aunque algunos gatos no muestren signos evidentes de estrés, su calidad de vida se ve afectada considerablemente al llevar un cascabel.
- Daños auditivos: Los gatos que llevan cascabel pueden sufrir pérdida de audición a largo plazo.
Entenderás ahora que algo tan sencillo como quitarle el cascabel a tu gato y no volver a colocárselo jamás puede aliviar considerablemente su estado de estrés y malestar.
Alerta a las presas
Colocar un cascabel a tu gato puede parecer una buena idea para alertar a las aves y evitar que caigan en sus garras.
No obstante, esta práctica no es en absoluto recomendable. Los gatos poseen un sentido del oído extremadamente desarrollado, capaz de captar frecuencias que los humanos no podemos escuchar, llegando a percibir ultrasonidos de hasta 50.000 Hz (30.000 Hz más que nosotros).
Este agudo sentido auditivo hace que el sonido constante del cascabel les provoque estrés y nerviosismo, situación que puede derivar en disfunciones auditivas y, en casos extremos, incluso en sordera.
Cognitivo: puede afectar a su estado de ánimo.
El oído de los gatos está increíblemente desarrollado, lo que les permite captar frecuencias que nosotros, los humanos, no podemos oír, llegando a percibir ultrasonidos de hasta 50.000 Hz, es decir, 30.000 Hz más que nosotros.
Por esta razón, si tu gato lleva un cascabel en el cuello todo el tiempo, podría generar en él malestar o un profundo estrés y nerviosismo.
Estos felinos son animales sigilosos que se mueven con delicadeza y prefieren pasar desapercibidos; un cascabel no solo delatará su posición constantemente, sino que también ese sonido persistente en sus oídos puede causarles un estrés innecesario.
No es extraño ver a un gato intentando liberar su cuello de ese molesto ruido, ya que no es algo natural para él.
Físico: tampoco es una buena idea.
Si bien no hay estudios científicos concluyentes, la exposición constante a ese ruido molesto puede ser perjudicial para tu gato, llevándolo a perder capacidades auditivas o incluso a quedarse completamente sordo, similar a llevar un aparato ruidoso pegado al oído toda nuestra vida. Claro está, a menos que se lo pongas de manera ocasional.
Para evitar que tu compañero se pierda, tienes múltiples opciones, como ponerle un chip, un collar, o ambas cosas a la vez. Sin embargo, ponerle un cascabel será una tortura y un peligro para él, así que es mejor descartar esa opción.
Si optas por ponerle un collar, asegúrate de que sea del tipo antiahogo, con una hebilla de seguridad y liberación rápida en caso de que nuestro amigo se quede atrapado. También existen juguetes con cascabeles, los cuales no son perjudiciales para nuestros felinos, ya que el sonido se produce únicamente cuando juegan con ellos.
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